Inmersión en Español en Medellín

Así que pensé porque necesitaba practicar español, tal vez podría escribir mi blog de Medellín en español. Y porque decidí esto, he hecho todo lo posible para procrastinar. Jajaja. Así que, aquí está mi intento con el vocabulario de un niño de tres años de Colombia.
Llegué a Medellín a tiempo para pasar un fin de semana allí antes de comenzar 2 semanas de la escuela de español. Así que algunos amigos y yo fuimos a los clubes de salsa y bares de reggaetón alrededor del Parque Lleras y Poblado. Nos lanzamos a el pozo de bolas, hicimos muchos intentos embarazosos de bailar salsa, y terminamos sentados en la calle bebiendo con los lugareños mientras el sol se levantaba.
Al día siguente, estoy descansando en mi cama en la escuela de Español / hostal cuando me están tocando en la cabeza era Timmy que lo conocí en Ecuador en el Quilotoa Loop. El hizo selva en la frontera cruzando el día antes de que el cruce de Tulcán se volvió a abrir. El fue a comenzar la escuela de español también con su amigo Jimi.
La primera semana era muy difícil. Porque estuve en America del Sur durante tres meses ahora, podia hablar lo básico, así que estaba comenzando en la clase A1.3. Era una curva de aprendizaje empinada, pero estaba feliz por el desafío.
Entre clases de español y muchas tarea, no vi mucho de Medellin, excepto, por supuesto la vida de nocturna. El grupo de estudiantes en Blink fueron genial, y nos divertimos mucho, tarde noches seguida de tempranos clases la mañana siguente. En realidad, se sentía un poco igual que mi vida en Melbourne con tarde noches y comenzar tempranos.
El fin de semana tenemos tiempo libre y así porque no he visto NADA en Medellín en ocho días, me arrastro mi resaca yo desde la cama el domingo por la mañana para visitar Comuna Trece.












(** this part is in English because my vocab doesn’t stretch far enough for this place**)
Comuna trece; a community scarred by guerrilla, militia and state violence. When Medellin was known as the murder capital of the world this comuna was the most dangerous community in Medellin. I read about and heard stories from people who lived there, both in the past and, now. Stories like:
parents who call the school to ask the teacher not to let their kid leave because there are shoot outs happening on the route home
teenagers who have to pick up visiting relatives from the entrance of the comuna and walk them through all the para military roadblocks and introduce them to the militia to make sure they don’t think their relative is a spy and will kill them
kids who pick up discarded toys in the street that actually turn out to be explosives; they throw or drop them and are often killed, or severely injured in the explosion
people being kidnapped multiple times per day by different militia groups seeking money to fund bigger operations
children as young as 12 being recruited into para military groups and trained to kill…
This place is a narrative of voices; the victims, the perpetrators and the witnesses. One single truth does not exist; everyone narrates from their point of view. Over the past 16 years this community has been through an insane transformation. Today it is full of life, the walls are covered in colourful graffiti depicting their history, transformation and hope, music is pumping everywhere, and street performers and food vendors line the walkways. There was one graffiti that said “don’t censor the bad, it changes the reality”. Those words have stayed with me for weeks. Comuna Trece is living proof that history is never complete, that despite a violent and complex past, it’s possible to create a vibrant, and peaceful community.
Una noche fuimos a un partido de futbol del equipo Atlético Nacional. Estábamos sentados en la sección de los fanáticos y fue loco. Los fanáticos estaban muchas divertido; estaban bailando y cantando por 90 minutos con una banda en las gradas. Chicos estaban colgando de las barandillas por banderas verdes y blancas, con sin camisas, brazos en la aire o ondeando banderas. En realidad la habilidades futbolísticas fueron muy mal, pero no estábamos allí por la habilidades de todos modos.
Qué más hay que hacer en Medellin? Me habían dicho que la Real City Tours de Medellin era fantástico. Así que una tarde Jimi y yo fuimos al tour después de clase. El guía, Julio era súper bien. Él explicó la historia de la Medellin en episodios incluyendo el asentamiento, los hitos mayores, la violencia y los drogas, la resurrección reciente, y finalmente, la Colombia de hoy y cómo la gente vive con los recuerdos y tiene esperanza para el futuro.
Muy circa de Medellin está Guatape, así que, antes de yo salir esta ciudad yo visitar Guatape por un día. Está es un pueblo muy linda, tan colorido pero súper turístico. Subí más de 700 escaleras en Piedra del Peñol para la vista loco de la presa que hace el paisaje aquí muy hermoso.
Así que, después de dos semanas en la escuela de Español en Blink, ahora depende de mí ponerlo en práctica. Cada día intento tener las conversaciones con lugareños o escribir un historia pequeña o practicar mi vocabulario. Si puedo mantener hacer esto, entonces luego, se convertirá en hábito.
** excuse the poor grammar, incorrect phrasing etc but that’s the best I got at the moment.
